martes, 18 de junio de 2013

La Intensidad moral en Enron

La intensidad moral es una herramienta con la cual identificamos el efecto de las consecuencias de una decisión ética. Esta, mide que tanto se verán (o nos veremos) afectados de forma positiva o negativa de los resultados de una o varias decisiones críticas.

En el caso del escándalo de Enron, los causantes del problema eran conscientes que lo que estaban haciendo era ilegal y que sus acciones pudieran tener repercusiones terribles para ellos y demás personas. Tal vez, ellos no se sintieron culpables lo suficiente y buscaron maneras para intentar llegar a un estado de amoralidad.

Hay 2 factores que claramente explican cómo la situación llegó a escalonarse de esa manera:

Probabilidad de Efecto

Es el factor de la intensidad moral que mejor describe el caso sucedido. Trampa. Cuando las personas hacen trampa, sin importar la situación, la hacen sabiendo/esperando que no se les descubra. Nadie se arriesga a hacer algo malo si sabe que va a ser descubierto. Cuando el caso de Enron empezaba a formarse, Kenneth Lay y Jeffrey Skilling ambos sabían que las probabilidades de ser descubiertos eran mínimas. Y tenían razón. Por eso el problema creció de la forma que lo hizo. A medida que las cosas se ponían peores ellos intentaron cubrir las primeras faltas con otras, aumentando el riesgo y la probabilidad de que los daños los afecten. Cuando los rumores empezaron a surgir y la empresa auditora Arthur Andersen entró en el asunto, se tuvo que pagar a auditores y demás personas para enmascarar la pérdida de dinero y las alteraciones en los libros. De la misma forma, al agregar mayores personajes al embrollo hace que aumente la probabilidad de desastre, y así ocurrió. Cuando fueron aprehendidos, Enron poseía 23 billones de dólares en deudas acumuladas desde el inicio del problema 4 años antes de todo ser descubierto.

Concentración de Efecto

En realidad cuando se iniciaron las operaciones ilegales de los gerentes de Enron en el 97, los culpables no pasaban de 5 personas. Bueno, en aquel entonces las repercusiones eran aún pequeñas, y los perpetradores supusieron que esa división funcionaba a su favor. Claro, al escalonarse el problema hubo mayores involucrados, 28 personas dentro y fuera de Enron, así como 3 empresarios británicos, y 2 empresas todas conectadas a lo sucedido[1]. Claro, cuando un problema de dichas proporciones sucede las personas tienden a pensar “si caigo yo, caemos todos”, como para brindarles algún tipo de falsa esperanza pero se olvidan que la ley no castiga a todos igualmente solo por estar involucrados. Existe la ponderación de culpas. Cada persona responde por lo que ha causado. Es así como Lay y Skilling recibieron 24 y 28 años de prisión respectivamente mientras otras recibían 27 meses hasta 7 años de prisión. Las empresas no se salvaron. Arthur Andersen perdió su licencia de operación junto con 85,000 empleados, y NatWest Three tuvo a sus principales executivos arrestados.

Por Christopher Mc Farlane


[1] Lay and Skilling’s day of reckoning
  25 de Mayo, 2006. CNN Money.com

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